Hay un hablar sincero que no alcanza la mayoría de veces a nadie . El monólogo interior , como soliloquio no infringe ninguna norma para pensar , decir, hablar , crear o desear . Un día alguien nos abandona y quedan muchas cosas que contar , palabras que no dijimos o sueños que no realizamos . No hay que preocuparse «Don’t worry be happy » como dice la canción … Pero estos «peros» a uno le sitúan en el meollo de los silencios con su ego, con un yo personal que confrontan lo que somos con lo que hacemos . Escapar de un final inacabado , de un sin palabras suena a chiste a motivo para que uno con la boca medio abierta se de cuenta que algo no hizo bien y que eso le lleva hoy por hoy a vivir en la más pura supervivencia de quienes de la derrota hacen bandera de autoculpa , auto reflexión y de construcción de si mismos.