
Uno se debería preguntar por cuantas veces tiene en su vida una muerte de los otros. Los demás presentes acaban siendo ausentes al perderse, abandonarse. Dejar saber de quien compartió un dia, un tiempo, una parte de la vida es una forma de enterrarlo, de matarlo, de morir. El desaparecer nos desdibuja de quienes en cierto momento fueron seres dentro de nuestra existencia. Por eso tener miedo a morir en el fondo resulta absurdo porque ya se olvidaron y nos olvidamos de esos otros que ya no estan… morir es abandonarnos en el olvido.