Atrofia de espárrago a la catalana


Allí estaba en medio de una nada vacía. La negrura absorbía la posibilidad de cierto consuelo. Opotom el irreverente manejaba las palabras como voraces serpientes que engullen a sus presas. Los ratoncillos campestres parecían atemorizados y sus dardos monosilábicos ; calam, pustrafac, kadala, umope, buscuya, … ofrecían a los oídos de aquellas almas solitarias una especie de sonido mántrico que les adormecía hasta cierta catatonía. El pueblo se quedaba inmóvil mientras Opotom realizaba el simulacro de nacimiento y muerte a diario. Abría sus manos implorando piedad a los cielos creyéndose que sostener el dolor y aguantar el sufrimiento construiría un mejor Wahala . Su letanía en aquellos cielos oscuros presagiaban que el colapso era inminente . Seres que vagaban por los caminos en busca de un final feliz , chocándose unos con otros sin verse ni siquiera por un instante de tiempo. Así en esos ruidos de cuerpos descomponiéndose unos reían de otros y así sucesivamente como si el ritual diario les fuera ajeno a estos. Opotom se preparaba cada nuevo amanecer con nuevos instrumentos y herramientas para dar veracidad a el simbolismo que como si se tratara de un mito le sirviera para recoger acólitos y enviarlos al ciberespacio . Seguramente algunos conseguía en ciertos días sin embargo él cada vez deshidrataba su ser y ahogaba su llanto en sus sueños incumplidos. La tierra prometida cubierta de espárragos parecía una Arcadia que jamás llegaría a pesar de sus intenciones y deberes permanentes. Los tiempos no recogían sus frutos a pesar de las insistentes formas de reproducir ese caos excluyente que marginaba quienes se atrevían a desafiar el guru Opotom. Sus landas era el regalo mesiánico que soñaban roedores y sapos , culebras y salamandras como símbolos de las escurridizas maneras de vivir en ese ostracismo que sólo hacía que atrofiar una vez y otra a todo un país. La crema de espárragos carecía de base . ¿Cómo cocinar una buena receta sin sal, sin aceite, sin crema de leche o sin espárragos de calidad ? Opotom insistía en esas prácticas que más que pacificar las consciencias lo que acababan generando es una absoluta atrofia en los cerebros de los mamíferos. Por eso cuando vio que todo andaba a oscuras decidió aquel día meter mano al paquete de sus compañeros , ocasionando un verdadero escándalo que avergonzó para siempre su aventura.

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