La corbata era parte de su indumentaria , seguida de su traje gris y sus zapatos negros . Quizás destacaba que todo eso que le caracterizaba era algo viejo y raído. Nunca me atreví a preguntarle por su lugar de trabajo porque a lo que se dedica un padre para traer el sustento de sus hijos e hija poco importa en una familia numerosa. Su armario vestidor se encontraba en el pasillo y cuando él murió algunas veces abría su armario para reconocer todavía ese olor a vestidos y zapatos . Sin embargo nunca vi en mi padre una persona sin dignidad , más bien lo contrario . Llevaba de manera pulcra e higiénica su pañuelo de ropa, sus calcetines,…incluso cuando se dejó el bigote y recogió el sello anillo como prenda de su padre continuó con una elegancia extrema. El día de su entierro lo tuvimos claro el traje de montañero que lo había llevado a encontrarse con su final debía ser su mortaja especial . Allí en la montaña frente a la ladera alejado del mundo y acompañado de nubes, árboles, pastos, piedras en esa cumbre llamada Costabona. Cuando la vida me ha golpeado a menudo he vuelto al lugar para hablarle una vez más. En los primeros años nuestro padre se había encargado de nuestra cultura , eso le preocupaba porque precisamente él no había podido tenerla . Las mañanas de domingo nos llevaba al teatro , el ciclo de «cavall fort » nos brindaba oportunidades de encontrarnos con este género . Algunas veces lo compaginábamos con los títeres que en el Pueblo Español nos alegraban el rato. Pero lo que más hacíamos era visitar museos como el de esculturas de Clará, el de geología, zoología, botánica, el museo Marés, el Miró, … con la edad que teníamos nos parecía un auténtico privilegio participar de esto. Cuando visitamos el centro de España éramos pequeños y con nuestro conche un mil quinientos viajamos por Cuenca, Teruel, Zaragoza, Toledo, Madrid, Segovia, ..Curiosamente nos llevó al Valle de los Caídos , era el año 1973 y sólo había la tumba de Primo de Rivera . Recuerdo el lugar majestuoso pero no tengo otra sensación que esta , nadie de nosotros pregunto nada. Luego el Alcazar de Toledo con su museo o el acueducto de Segovia ..Nuestro padre poco hablaba de la guerra y de sus años de infancia alejado de Barcelona viviendo en un pueblo de las afueras .