Sin compañia


Había sabido que Marta aquel día decidió abandonarlo. No supo como entomar la noticia . Una especie de llanto interior se apoderó de él . Su estado de melancolía le provocó al poco rato un sollozo intermitente del que no sabía como parar. Sus lágrimas aquella vez eran más que reales. Se acordaba del último beso en aquel portal junto a el libro que le había dedicado y que ahora en aquel momento perdía todo el sentido. «Te quiero tanto Marta que no desearía perder ni un minuto para dejar de estar contigo …» Penso que las palabras venían sin compañia , solas , desprovistas de todo aquello que lo podía hacer sentir cercano a algo como la vida , —

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