
En el lenguaje a menudo nos definimos a nosotras mismas. La forma de hablar y el como hablamos de eso que decimos nos dicta esa personalidad que dibujamos sobre lo que somos. En la serie de Juego de Tronos la maldad y bondad de los personajes se distribuye de tal manera que el espectador de forma , muchas veces , confusa tambien cambia de parecer ético y moral sobre los hechos y acontecimientos. Desear matar al malvado o al perverso en la ficción es ejercer de un hipoputa vengador al estilo Charles Bronson en yo soy la ley. SIn embargo la reflexión que vengo haciendo responde a el curso de cine que estoy realizando desde varios paises del mundo que intenta analizar una serie de películas . En los que participan se observa su fuerte seducción por determinados «tics» adquiridos a lo largo de los años en los análisisi que realizan. El otro día en la película «El secreto de sus ojos» hablamos de la moda de los «hombres blandenques» . Un tema que con la deriva feminista , transexual, que se viene debatiendo hace fácilmente saltar chispas. Mirar el cine sin contexto històrico y cultural a menudo fuerza determinados análisis que indican sesgos de machismo, racismos, discriminación, … Pero volviendo al tema del hombre blando , representado en el actor Darin , se debate su cobardía o su timidez . En el film no queda claro si sus acciones son cobardes puesto que no se atreve ni a declarar su amor , ni ha luchar por una injusticia que lo esconde de sus sicarios , ni rehacer su vida personal y encontrar una vida plena ; o bien resulta ser un tímido que reprime sus actos por cierta falta de valentía personal. En el primer caso el personaje siendo un cobarde se convertiría en un hombre de paja, un blando, un facilón, un sin carácter, un mediocre ser del montón, un ser sin vida auténtica , incapaz de tomar decisiones propias más allá de una justicia que como agente judicial el intenta defender. En el segundo el hombre tímido parecería que forma parte de una manera de ser, un carácter , y su actitud quedaría justificada por esa timidez personal que lo dibuja como reservado, no atrevido, sensible. Sin embargo , al final de la película hay dos de los planteamientos éticos que nos obligan a reflexionar sobre l oque andamos diciendo. En primer lugar el ayudante de Benjamín Expósito , interpretado por Ricardo Darin , un tal Pablo resulta ser un hombre perdido, borracho, mal trabajador, mal esposo, un pendenciero, un pelotudo que se gasta su paga en bebida, que no se compromete con nada hasta que un día decide que entregará su vida por el valor de su amistad , así será como es asesinado por los sicarios que buscan a su amigo Expósito. ¿Qué ética es esa ? Eso sería un hombre fuerte, valiente, un entregado , un altruista , ? Pero nos interesa más el otro ejemplo que atendería a un hombre no blando, un hijoputa que toma la justicia por su mano. Ya al final de la película el protagonista a quien le asesinaron su pareja ha buscado desesperado hacer justicia contra el asesino. La jusitica corrupta de un Estado dictatorial en los años 70 ha dejado en libertad ese ser cruel que violó y mató a su amor. Por eso Morales , decide actuar y secuestrar a ese asesino para llevarlo a una prisión para el resto de su vida. Así Isidoro Gómez, el asesino vivirá retenido , condenado a vivir en soledad, y silencio, en cadena perpétua hasta el final de sus días . Morales , su cuidador también condenado a darle de comer y cuidarlo le ha castigado al margen de la ley . ¿Es eso justicia , es eso la ética del hijoputa que se toma el castigo como algo individual ? El tema que planteamos responde en algunos casos a situaciones como cuando la justicia no resuelve una violación y muerte de una chica y sus familiares viendo que el castigo no será justo deciden actuar por su cuenta. ¿Se puede llamar entonces hombres valientes a quienes actuan movidos por un impulso emocional sabiendo que los Estados a menudo no hacen justicia ?
Una respuesta a “Ese hijoputa”