PERDER O GANAR , SOLTAR O COGER


Simplemente pasó . Nada pudo impedirlo .

El lleva tiempo con demasiados cambios en su vida. Su primer año de cobrar como clase pasiva una jubilación no ha originado muchos dolores de cabeza. En ese año que deja atrás ha sido muy diferente ,la muerte de su compañera durante 13 años en poco tiempo le ha fustigado constantemente por muchas razones. No deja de ser curioso que se repitan sentimientos encontrados de cuando se separó de ella y sentía culpabilidad por haberlo hecho. Pero otra muerte añadida , la del compañero de tribunal de oposiciones de su último año , le conmociona por esa inmediatez súbita . Por eso el diagnóstico de carcinoma , anunciado, simplemente es una cosa más de esta sensación de final definitivo y casi exclusivo . Esta amalgama de hechos que configurar una identidad , sólo la suya , obligan a creer que las ideas como la de futuro siempre han sido creencias sin base real. No hay tiempo para llorar , ni para lamentarse , sólo uno puede respirar hasta el último aliento con la certeza que todavía está.

Se añade ahora que el hecho de abandonar el piso en el que lleva más de 50 años , que en los últimos 12 años ha llenado de libros, papeles, recuerdos, fotografías, cuadros, le quita el sueño . Desprenderse de años, de un tiempo de pasado, de recuerdos , de memoria impide quizás recobrar lo que deja atrás para siempre. El perder amigos , amigas, compañeras de camino es el aviso oportuno para soltar todo lastre sin más. En ese hogar ha vivido tantas experiencias y cada habitación le presenta una imagen que sin quererlo se apodera de él .. Cada espacio le abraza como si fuera la música de opera que con sus lied de Shubert desayunaba cada mañana. Repasa mentalmente cuando durmió por última vez los espacios de su hogar . Su habitación de pintura llena de cuadros de todos los tamaños , de posters que le recuerdan su participación en proyectos como ESCAFANDRA fo L’ESPANTAOCELLS , abarrotada de recursos ( tapones de corcho, cordeles, varillas, chapas de cerveza, pelo de su barba, cartones con su última perfomance, ..) le hace pensar en sus clases de pintura hace algunos años. Las estanterías llenas de libros, revistas, dvd, cds, … se distribuyen a lo largo de los espacios . De colores variados porque ha ido recogiéndolas de sus otras vidas de pareja . Rojas, negras, de color madera caoba, blancas, …todas almacenan sus historias . Los libros dedicados con amor, con amistad, con deseo, con sentimiento, con interés , con palabras que ahora cuestan no olvidar. Incluso la colección de obras de Shakespeare que tiene tres libros semi destrozados por el perro que tuvo y murió , Igur, cuando lo dejó solo demasiadas horas . Parece que el hogar cause un dolor insoportable porque en lugar de desprenderse de su pasado le obliga a recuperar sus días. En esa naufragatio mundi , en ese fatum , su destino se da cuenta que está demasiado golpeado por un sentimiento de insatisfacción , de culpa , de no perdonarse, de agresión hacia lo que no consiguió . Objetos como la mampara de la ducha le someten a fantasmas de parejas que le hacían entrar en una locura irrespetuosa y poco comprometida con la vida y la realidad. Nada es fácil. Dejar atrás el hogar para ir a un lugar que un tiempo atrás fue suyo pero del que marchó con prisas, con advertencias, y no olvidar sus depresiones, abandonos, le supone aprenderse de nuevo.

Y sin embargo sabe que lo debe hacer así . Las plantas colgantes , los cactus enormes, el sillón de lectura tapizado de rojo lleno de cojines, las piedras de los muchos lugares que ha viajado y recogió un día, para como los judíos creen, recuperar algo de ese tiempo , la disposición de los cuadros de compañeras que compartió espacio de vida , le hacen padecer . Dejar todo absolutamente atrás. Sin mirar atrás . Así el contenedor se llena de copas de cristal, de vasos , de tazas, de botellas, de platos, de cubiertos, de sartenes, … de zapatos, de ropa, … El dilema que le sucede entonces es si uno habría que desprenderse de todo absolutamente o hacer una selección. Recuerda a su padre ya muerto ,que un día le contó que un amigo suyo siempre cuando dejaba una pareja atrás lanzaba todo, incluso mataba si había un perro por en medio . Pero no se atreve a tirar todo lo que forma parte de él de alguna manera. Se debate entre una supervivencia anciana y decrépita y una necesidad de refugiarse en sus años .

Las casualidades ayer le pusieron en aviso. La asistenta que lleva años ayudándole y que le ha vaciado pisos y otros lugares cuando se cambió de vida, le tiró al contenedor todas sus memorias, sus escritos, sus reflexiones en libretitas pequeñas, …incluso los papeles de su abuela que guardaba con recelo por pertenecer a un centro espiritista con el nombre de Amalia Domingo Soler Leal . Parece que una circunstancia como esta le ayude a dejar de dar importancia a todo lo que almacenó en su vida. Nada hay que sea importante. La ligereza de equipaje puede que sea una necesidad de refugio para una vida . Abandonar no es más que soltar lo que somos y vivimos. Así absolutamente todo aquello que son parte de nuestras pisadas las convertimos dentro nuestro en cicatrices silenciosas y silenciadas . Así cuando nos vamos estar desnudos puede que sea el mejor homenaje a nuestra identidad misma.

El momento requiere un repaso final. Los baños , la habitación de su madre , la cocina, la gran sala , el estudio , …. Las mudanzas lo desmontaran , la tienda libro solidario se le llevará los libros, dvd, cds, .. la ropa la tirará , los electrodomésticos viejos los bajará a la calle, … Marchará ligero de equipaje. La añoranza no es una buena consejera , la melancolía nos arrastra a veces a mundos en los que podemos quedar atrapados .

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s