
En los años 60 y 70 la solidaridad era entendida como caridad . Por consiguiente los donativos en las campañas se promovían en escuelas, centros públicos, iglesias con el interés de sentir la diferencia entre quien da caridad y quien la recibe. El África , Asia, Latinoamérica, eran continentes donde las campañas llegaban . Luego el desarrollo de numerosas asociaciones llamadas Organizaciones No Gubernamentales ONG permitieron trabajar con otro concepto no vinculado a la compasión ni a esa pobreza útil que servia para limpiar las conciencias . Numerosas entidades sirvieron para extender todo tipo de ayudas y necesidades ( médicos sin fronteras, educación sin fronteras, ópticas sin fronteras, greenpeace, Amnistía Internacional, ACNUR sobre los refugiados, Intermón, Fundación Vicente Ferrer , Unicef, Mans Unides, ….
En esa época se destaparon algunos excesos sobre el dinero que recibían las ONGS , así como algunos abusos por parte de sus direcciones. En esos años eran una alternativa a una falta de voluntad de Estados de trabajar en políticas sociales de forma altruista . Los estados tienen partidas para ayudas internacionales pero necesitan de entidades que trabajen socialmente a nivel de ciudadanía sobre las ayudas.
En nuestros tiempos el fenómeno ha cambiado notablemente. En primer lugar hay un apostolado que realiza proselitismo para captar a la ciudadanía . En estos presentes jovenes con sus logotipos se acercan a hospitales, centros de salud, plazas públicas para acercarse a paseantes o caminantes que circulan hacia sus lugares de trabajo, sus compras diarias, y de forma amable decirles si conocen este tipo de entidades. Supongo que no será fácil trabajar de captor de ciudadanos y ciudadanas en estos tiempos convulsos. El carácter agriado de mucha de nuestra población por vivir en circumstancias complicadas como la pandemia , la situación social y política que se desarrolla convierten la sonrisa del voluntario o voluntaria en un NO que corre para no encontrarse con ellos o ellas . Se trata de evitar ese encuentro con el voluntariado sea como sea. En ese asalto de unos frente a otros parece que la guerra anda perdida para una de las partes. No será por desinterés , ni por falta de no tener empatia quizás pero las inclemencias de sol, frio, viento, lluvia, calor, hacen que este voluntariado realmente se convierta en espejo de una sociedad indiferente, injusta, narcicista, hedonista, individualista, … Sin embargo el concepto hoy de ayudar a los demás ha superado fronteras y estados, y situaciones … el laicismo social ha abanonado esa idea de caridad por caridad y se juega con los valores de empatia , de solidaridad con los otros y otras .
En esta recaudación mediática a veces se juega otro tipo de humanidades que permiten entender hasta que punto hoy las ONGS molestan a los Estados y a su ciudadanía . Las maratones y sus juegos indican y señalan fenómenos sociales que indican una cierta desafección hacia la vulnerabilidad de los que no vemos, oimos, sentimos, observamos . ¿Dónde estan hoy los otros y otras que nos necesitan ?
En algunas de las redes sociales que se expanden se realizan campañas en favor de con el interés de conseguir atraer al público . Sin embargo sorprende que se encuentren a menudo mensajes o comentarios entorno a acciones como la de ayudar a una persona mayor, ayudar a una persona que está en peligro, implicarse en ayudar a desconocidos , o incluso hacer de pajes falsos para que un niño o niña no se fustre como si fueran actos heroicos .
Ese buenismo social suena a expresión de lo que quiero mostrar a los demás de uno o una misma. En estas fórmulas de asociaciones o entidades está claro que se juega mucho de nuestro futuro como especie ,: lucha contra el cambio climático, lucha contra el problema de los refugiados, y otras luchas que intentamos que la ciudadanía se implique como alternativa a lo que deberían hacer los estados.
En este nuevo año algunos personajes como Gates advierten de la desafección de la ciudadanía de la política y sus representantes , con las instituciones y organismos mundiales . Estoy convencido que eso llegará tarde o temprano pero seguramente en ese «salvese quien pueda» muchas personas se habran quedado por el camino , y eso no será porque no existan los voluntarios y voluntarias que a pie de calle salen cada día a la caza de nuevas conciencias sociales que contribuyan económicamente a intentar que el mundo sea otro .