
En cualquier relato sobre las mujeres hay una determinada mirada. En la liberación de la mujer del patriarcado todavía quedan muchos feminismos y transgenerismos por lidiar . Hace unos años escuchando a la profesora Fina Birules en el MACBA nos decían que esa diversidad de la mujer como del hombre convierte la causa en una consecuencia muchas veces. O sea, la causa de las mujeres no es la misma aunque si en la diversidad de ellas esta la finalidad de sus consecuencias : la no opresión del segundo sexo , la reivindicación de lo femenino como igual, la deconstrucción del gènero o la disolución del poder de uno frente a la otra. Como tampoco hay hombres genéricos tampoco hay mujeres genéricas. En esa relación de estructura de poder en el sistema binario se hace trampa porque el macho no es hombre en muchos casos es cabrón, idiota o imbecil pero no hombre sin más. Por eso en la lógica no binaria entra en juego la posibilidad de entender más allá de la dualidad que al factor XX o XY no le corresponde más que la genética determinista , pero frente a ese darwinismo biológico estaria la libertad humana y su cultura que permite entender la construcción de las identidades más allá del yo.
En esta línea la teleologia de la filosofia de la historia estaria alejada de cualquier concepción de una cierta idea de fin y de futuro entendida como idea o valor configurador de la justicia o la felicidad. Con esto queremos decir que si entendemos que todavía no sepamos que queremos realmente como especie animal , estamos demasiado insatisfechos con nosotros mismos como para aventurarnos a pensar o creer que tenemos objetivos claros . Espinoza , Baruch frente a un Platón endiosado o un Kant ilustrado que difundieron una idea de felicidad y de justicia como valores ideales que conviene conseguir . Por eso a la respuesta a la pregunta que nos formulamos sólo podemos decir que no hay mujeres hay Alicia, Ana, Griselda, Amalia, Obdulia, Cloe, Amapola, Ursula, Carmen, y un gran elenco de nombres y apellidos singulares que convierten al otro en precisamente otro y luego vendrá su identidad , su disputa de género, su sexo incluso . Y en esto último digamos que en la sexualidad y sus formas subjetivas de uso y desuso también la mitologia, creencias, ideas han elaborado un espacio imaginario de prácticas que son sesgadoras y diferenciadoras de esto de hombre , eso de mujer, eso de no hombre y eso de no mujer. La sexualidad no es de nadie aunque el aparato reproductor quiera decirnos que debemos identificarnos con lo que nos determina segun el nacer .