Es urgente atreverse a nuevas prácticas afectivas y gestuales que disuelvan esa generalizada desconfianza urbana que nos impide intimar con una humanidad escondida.- sostiene Ignacio Castro Rey en estos tiempos de cólera, rabia, odio y rencor. Tiempos convulsos de individualidades narcisistas , de individualismos egocéntricos , de yoes dogmáticos , de populismos adocenados , de masas amorfas.
En estos tiempos prevalece las emociones mal entendidas, las pasiones viscerales, las mentiras repetidas para convertirlas en verdades, las informaciones subjetivas, la falta de conocimiento contrastado, los hechos construidos , sesgados, descontextualizados, los medios más que los objetivos, los instrumentos sin finalidades , los valores normativizados convertidos en estandartes de banderas y consignas, de una historia que ha dejado de ser narrativa para convertirse en discursiva de voceros , de altavoces e influencers que se dedican a señalar con el dedo la luna para que tapemos todas las lunas posibles .
La felicidad…
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