Escribir en negro y en torcido permite encontrar la rareza de lo que uno es . El mundo está poblado de desesperados , de desaprensivos, de sinvergüenzas y sin embargo uno ama el mundo por todo lo que es y lo que no es. Así la vida nos enseña con sus años a permitirnos que si hemos cometido algunos errores seguramente deberíamos perdonarnos no una sino tantas veces como sea necesario. Pero la cuestión está precisamente ahí en que a pesar de saberlo a veces no podemos creernos que estamos perdonados porque somos incapaces de perdonarnos a nosotros mismos. ¿De dónde nos viene ese perdón nuestro? De atrevernos a ser con nosotros los más compasivos para saber amarnos de verdad tal como somos a pesar de todos nuestros defectos.