La filosofía que tradicionalmente ha identificado el placer con la felicidad es el epicureismo. Epicuro de Samos pretende encontrar en la idea de comunidad una búsqueda de los placeres mejores , los que vienen al espíritu pero no especialmente al cuerpo. Sin embargo convertirán la filosofía del epicureísmo en una secta donde se anda y desanda por las veredas de la carne, el sexo, la gula, la lujuria y todo tipo de consideraciones que perjudican al cuerpo y también al alma. Sera posteriormente cuando el placer con el cristianismo adquiere una connotación prohibida, peligrosa, que señala que quien obtiene placer entra en el pecado. Este concepto de pecado diferencia muy bien lo que la ley de Dios permite o no. Esta claro que los placeres envilecen la verdadera naturaleza del ser humano porque pervierten el verdadero sentido de la vida y la existencia misma. Así en el cristianismo el cuerpo es precisamente una barrera, un impedimento para que nos desarrollemos plenamente y de forma auténtica. Si uno entiende que la mayoría de veces la importancia del cuerpo nos cosifica, nos convierte en cultivadores del yo exterior , de un ego individual que parece que se sostiene en esas prácticas placenteras podemos acercarnos a la idea de convertir el placer en un instrumento pero nunca en una finalidad puesto que al final el placer por si mismo no conduce a nada que no sea inmediato y por consiguiente efímero. El budismo tibetano entiende que el problema principal de nuestra existencia es precisamente la continuidad de las cosas como una forma de ilusión de apariencia .Nada es permanente , o sea, ese yo exterior en el fondo es una imagen creada falsa y absurda que nos creemos y que origina la mayoría de veces nuestros verdaderos problemas. ¿Acaso no es el resultado de una sociedad hedonista que se envuelve en ropas , en alimentos, en cultivar el cuerpo por encima de todo absolutamente que no sea el placer y bienestar que uno o una misma obtiene de gratificarse ? Sin embargo en el origen de esta idea «el placer» se encuentra muchos de los problemas actuales .¿Cómo obtener un placer intelectual , un placer vinculado a una catarsis con uno o una misma ? Se trata pues de generar un bienestar entendido como algo que aporta no sólo a una misma sino algo que se convierte en un elemento de relación con el mundo , con los otros, con nosotros mismos. Michel Onfray , filósofo francés declaradamente hedonista introduce una idea interesante el «dandismo» , la figura de una forma de practicar el placer no para introducir como alguna religión cierta concepción negativa y represiva sino como una cultura para uno mismo para su interior , para un yo interior , olvidado de la existencia continua de las cosas y situado como dice el budismo en la vacuidad del ser . A la pregunta sobre ¿Cual es nuestra relación con el placer ? De forma intuitiva podemos descubrir bastante bien como nos queremos y deseamos a nosotros mismos o mismas … se trata de vivir de ese abrazo permanente que debemos darnos cada mañana para sentirnos bien con lo que somos , pensamos y hacemos …