Aprender del amigo .


2017-07-23 15.25.21-1amist

Escribo con el convencimiento que no me vas a leer. Esta es la bonita historia de una lección que la vida ofrece para aprender a valorar la amistad.

Era verano , aquella mañana de agosto con mi compañero quisimos subir una montaña habitual que nos une en sentimientos y emociones. Mi fuerza nunca ha sido grande, más bien me considero debilucha con tendencia a perderme en excusas para no subir y menos una montaña de gran altitud 2.465 m . Pero aquel día el destino había hecho de las suyas y con mis botas y mis ansias de tenermelas conmigo al lado de mi compañero emprendí la subida . Al cabo de una larga caminata con un paso lento pero seguro la niebla empezó a tomar la montaña . Mi compañero que hasta entonces estaba frente mio ahora ya no lo veía . Empece a gritar dando voces para que me escuchara pero no recibí ni una sola señal de que alguien fuera él o quien fuera escuchase nada . Mi ansiedad apareció como de súbito y permanecí atónita , paralizada, quieta, muda , catatónica como si mis piernas no pudieran avanzar en absoluto. No conocía el camino , la espesura impedía ver nada delante, detrás, lateralmente, .. en las innumerables piedras que me hacían tropezar estuve palpando como si me hubiese convertido en una ciega de manual. Todo me parecía perdido , todo hasta yo misma deseando encontrar algo a lo que agarrarme .
De pronto aparecístes tu , con tu tranquilidad, tu serenidad, parecías lleno de ganas de demostrarme que te ilusionaba mucho habernos encontrado. Vi que tenías sangre en tus patas, te habías caído, o te habías lastimado y sangrabas en ese momento.  Nos miramos cercanos entre la espesura de la niebla. SIn separarte de mi poco a poco parecías indicarme cual era el camino para bajar, para salir de esa situación. Estabas allí y mis palpitaciones presumían de arrítmias como encausando una manera de decirme para , para , no te satures!!! . Tu a mi lado empezaste a ladrar , a indicarme algo , a decirme sigueme con insistencia . Te empece a seguir con temor no sabía donde me llevarías ni sabia como ibas a responder , si empezarías a correr y me quedaría de nuevo sola. Pero no fue así , tus pasos eran lentos mirando hacia atrás para encontrarme en cada momento. Al cabo de un momento que se nos hizo eterno a los dos comprendimos que estábamos casi muy cerca del prado donde dejamos los vehículos , el punto de salida de nuestra ascensión . Empezástes a  ladrar a dar saltos de alegría a pesar de tus patas heridas frente teníamos ya el punto de partida , el lugar de encuentro, de salvación . Tu y yo nos abrazamos como dos grandes amigos , estuve un largo rato dándote caricias y con el botiquín de urgencia que tenía en el coche te intenté  curar las heridas . Fue maravilloso aprender que tenía un amigo que me había salvado la vida, tu mirabas con ojos de perro bueno y seguro pensabas lo mismo. Al cabo de un buen rato en aquel lugar tan solitario oímos unos pasos , te lanzaste a correr como un loco poseído y al poco vinistes acompañado de una chica alta y delgada. Ella se puso a llorar , abrazándote y inmediatamente se dirigió a mi para decirme que te habían perdido , extraviado por la montaña cuando un grupo de vacas y la niebla te espantó . Estaban convencidos que te habían perdido para siempre en aquella montaña tan grande … les explique la historia de nuestra amistad , de como conseguiste que superara el miedo a estar perdida , a bajar la montaña , a salir de mi angustia …

Así fué como aprendí aquel día de el valor de encontrar un amigo .

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