LA TERAPIA DE EDUCAR O EDUCAR PARA LA TERAPIA


a quienes aman los muchos limbos que nadie quieren conocer.

Explicando aquello que uno no quiere dice cosas que no debería nunca decir. Eso pasa. Y seguramente más amenudo de lo que uno le gustaría. La soledad universal del prisionero que s’explica a todos sin que nadie le escuche es una figura platónica bonita. Hablar para que nadie te escuche, para que nadie te entienda. Saber requiere coraje, saber implica valentía. Más fácil ignorar. En ese proceso que es educar al otro nos sentimos más de mil veces solos. Quizás acompañarnos de otros no es conveniente porque nos distrae.
Por eso educar es una terapia, una terapia para con uno mismo, para descubrirnos a nosotros en el camino que recorremos en la vida. Vivir es este ejercicio de domesticación de aquello que somos y aquello que nos hacemos de manera terapeutica como si se tratara de ofrecernos una curación permanente para una vida que nos duele. Educar és sanar, sanar para curar para aprender a que la vida te duela menos o como mínimo de otra manera.
Si nos preguntamos sobre la educación y su función o su papel podemos entender que esta idea terapeutica de la educación como un proceso de liberación personal , de uno mismo, de lo que realmente es para encontrarse con lo que realmente es resulta fascinante. Quien no se quiere descubrir a si mismo seguramente reniega de todo conocimiento y de todo proceso de educación. Educar para sanar lo que uno tiene o lo que le pasa a uno y así conseguir liberarse de todo lo que el mundo nos presupone: los prejuicios, las valoraciones por avanzado, los falsos saberes, las personalizaciones que proyectamos en los objetos, las confusiones….. La terapia tiene este poder de curación , de sanación para que uno mismo sea lo que el mismo es. Si pensamos ahora esto y lo podemos aplicar a todos los campos entenderemos el porque los griegos estaban obsesionados en saber gobernarse a si mismos , teniendo cura de si mismos. Las diferentes catarsis o purificaciones que realizaban les permitia a través de la tragedia o la filsofia misma encontrar esos caminos terapeuticos que le permitieran acceder a su propia identidad personal. La vida y su brevedad obligan a uno a encontrar un lugar en el mundo que le ayude a estar bien con aquello que es y aquello que ha hecho de si mismo .

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s